Pequeña historia de una joven madre

          Ayelén es la mayor de 4 hermanas. Es una adolescente que cursa 1º año del ciclo secundario. Hace tan sólo 10 meses festejaba sus 15 años, una nueva etapa comenzaba en su vida.

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Lo que Ayelén nunca imaginó que tan sólo 4 meses después de aquella noche una noticia cambiaría su vida: iba a ser madre.

​Al preguntarle qué cosas se le pasaron por su cabeza sólo me respondió: lo tomé bien, sólo tenía miedo cómo lo iban a tomar mi mamá y mi papá, pero yo estaba bien. Su novio apenas un año mayor que ella, no estudia, no trabaja…la acompaña, y me mira desconcertado.

​Los planes de Ayelén han cambiado rotundamente. El año pasado pensaba hacer un curso de gendarmería en Buenos Aires, también dice que le gusta guarda-faunas. Pero por lo pronto se conforma con terminar 1º año y encarar el próximo año con un bebé que nacerá los primeros días de marzo.

​Le consulté si ante la sorpresa de la llegada de su bebé había siquiera pensado en la posibilidad de un aborto, a lo que ella respondió rotundamente y muy segura de sí misma que no. “Nunca!!”, me dijo, “mi bebé es mío”.

Lo primero que me mostró orgullosa mientras charlábamos fueron las ecografías que le han hecho hasta ahora y como no se deja ver el sexo, espera ansiosa una ecografía 4D.

Mientras miro el estudio, ella me explica: “esta es su manito, su boquita, acá está bostezando”…luego, me mostró mientras charlamos las pocas cosas que su círculo íntimo le ha ido regalando, escarpines por lo general; pero se la ve contenta, con su panza enorme que sobresale de su vestido.